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Estamos ya en el penúltimo domingo del año litúrgico y las lecturas nos narran temas escatológicos, es decir de los últimos tiempos. Dicho de otra manera, lo que ocurrirá cuando llegue el fin del mundo. Aunque estos temas a veces nos asustan y preocupan, el mensaje del Evangelio está lleno de esperanza. Porque el mal no prevalecerá sobre el bien. Cristo volverá glorioso a poner todo en orden y bajo sus pies: “Y verán venir al Hijo del Hombre en medio de las nubes con gran poder y gloria” (Marcos 13:26).
Por ahora, debemos de hacer un plan de salvación, de buscar lo que nos acerque a Dios, lo que nos lleve a ser compasivos y misericordiosos, de orar más en familia, de protegernos y cuidarnos los unos a los otros. Ya basta de odios y malos tratos, de ansias de poder que acaban aparentemente con la buena semilla que hay en el mundo. Dios nos quiere libres y llenos de esperanza: “Les quiero dar paz y no desgracia y un porvenir lleno de esperanza. Cuando me invoquen y vengan a suplicarme, yo los escucharé; y cuando me busquen me encontrarán, siempre que me imploren con todo su corazón” (Jeremías29:11-13). Hoy, también se nos pide que miremos al cielo, de donde vendrá el Hijo del Hombre el día indicado por Dios. No sabemos cuándo, pero mientras tanto, oremos sin cesar por la paz en nuestros hogares, en la sociedad y en el mundo.
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Longview St. Matthew's Catholic Church
Gladewater St. Theresa Catholic Church